La filtración de unos mensajes de WhatsApp entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su ex–número dos, José Luis Ábalos, desató una polémica política que el ministro para la Transformación Digital, Óscar López, calificó de “muy grave”. En declaraciones efectuadas durante una concentración en Madrid a favor de una Europa social y democrática, López tachó la publicación de estos intercambios como “una campaña infame” orquestada por la derecha y la ultraderecha con el fin de desestabilizar al Ejecutivo El País.
Según explicó, los mensajes divulgados “no tienen nada que ver con ninguna causa judicial” y fueron obtenidos de forma indebida, por lo que anunció que el PSOE presentará una petición formal para que se investigue la filtración. “Es inadmisible que se revelen comunicaciones privadas de un jefe de Estado sin que medie justificación legal alguna”, subrayó el ministro, advirtiendo de que el Gobierno seguirá adelante con su agenda pese al intento de desprestigio LaSexta.

El alcance de la controversia llevó al delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, a respaldar la gravedad de los hechos y a instar también a la Justicia a esclarecer cómo se produjo la fuga de información. Martín recordó que “vivimos en un mundo en el que todo puede filtrarse”, pero confió en que los procedimientos internos y judiciales determinen responsabilidades Europa Press.
Desde el Partido Popular, en cambio, empujaron políticamente la crisis pidiendo la convocatoria de elecciones generales. El portavoz popular Elías Bendodo acusó a Sánchez de autoritarismo y de utilizar la filtración para “encubrir manejos internos” en el PSOE, aunque no aportó indicios de carácter judicial que vinculen al presidente con irregularidades El País.
Dentro del PSOE, las reacciones han sido contenidas. Varios líderes autonómicos replicaron a López tomando distancia de cualquier implicación interna y recordaron que la defensa de la privacidad debe ser universal, más allá de siglas políticas www.20minutos.es – Últimas Noticias. No obstante, las voces más críticas advirtieron sobre la necesidad de reforzar los protocolos de seguridad en las comunicaciones del Gobierno para evitar futuros incidentes.

El diario El Mundo —origen de la filtración— sostiene que obtuvo los mensajes del disco duro de Koldo García, exasesor también investigado en causas judiciales. Según esa versión, las conversaciones revelan cómo Sánchez alentó a Ábalos a moderar las críticas internas en el PSOE tras su cese en 2021. Sin embargo, el contenido no implica ninguna conducta delictiva, sino más bien estrategias de gestión de partido ElHuffPost.
Con la legislatura reciente marcada por cuestiones como la ley de amnistía y la gestión de la crisis energética, este nuevo escándalo se suma a un periodo de tensión creciente. La exigencia de López de una investigación independiente busca, por un lado, depurar responsabilidades sobre la filtración y, por otro, rebatir la narrativa opositora de un Gobierno supuestamente “opaco y autoritario”.
Mientras la Justicia abre diligencias preliminares para esclarecer el origen de la publicación, el PSOE confía en que la investigación disipe la “estrategia de desprestigio” y permita regresar al debate político sobre las grandes reformas pendientes: transición ecológica, pactos sociales y refuerzo del Estado de bienestar.