La cantante colombiana Shakira volvió a deslumbrar al mundo entero al asistir por primera vez a la MET Gala, el evento de moda más importante del año celebrado en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. En esta ocasión, la artista no solo capturó miradas por su belleza y elegancia, sino que también emocionó con un vestido cargado de simbolismo, inspirado en su país natal, Colombia.

El vestido fue diseñado por la reconocida diseñadora latina Johanna Ortiz, y se caracterizó por su color rojo intenso, grandes volantes y detalles que evocaban el ritmo, la cultura y la pasión del Caribe colombiano. La prenda, confeccionada a mano, incluía bordados que representaban la flora y fauna tropical, haciendo alusión directa a los paisajes del país sudamericano.
Shakira completó su look con unos pendientes de esmeraldas —piedra preciosa nacional de Colombia— y un peinado suelto con ondas naturales, que aportaban frescura y autenticidad a su estilo. La combinación fue rápidamente aclamada por críticos de moda, medios internacionales y fanáticos de todo el mundo.
La temática de este año en la MET Gala fue “Sleeping Beauties: Reawakening Fashion”, una exploración de cómo la moda puede renacer a través del arte y la cultura. Shakira interpretó el tema desde una perspectiva muy personal: “Este vestido representa mi esencia, mis raíces. Colombia está siempre conmigo, y hoy quise mostrarle al mundo su belleza”, declaró la cantante en una breve entrevista durante la alfombra roja.

Las redes sociales estallaron tras su aparición. En menos de una hora, el hashtag #ShakiraMetGala se volvió tendencia mundial en Twitter/X, Instagram y TikTok. Miles de usuarios elogiaron no solo su atuendo, sino también su compromiso con representar la identidad latina en un escenario global.
Numerosas celebridades como Jennifer Lopez, Zendaya y Anne Hathaway también hicieron apariciones memorables, pero la presencia de Shakira fue una de las más comentadas, especialmente por tratarse de su debut en la MET Gala. Su participación fue vista por muchos como una celebración del talento y el arte latinoamericano.
Este momento marca un nuevo hito en la carrera de Shakira, no solo como artista musical sino también como ícono cultural y de estilo. Con su presencia, logró unir moda, identidad y orgullo nacional, demostrando que la elegancia también puede tener raíces profundas y significativas.