En un paso decisivo hacia la movilidad sostenible, el Gobierno de España ha anunciado un ambicioso plan para la instalación de más de 1.500 nuevos puntos de carga rápida para vehículos eléctricos (VE) en la red nacional de autovías y carreteras principales antes de que finalice el año 2025. La medida forma parte del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y busca eliminar uno de los principales obstáculos para la adopción masiva del coche eléctrico en el país: la falta de infraestructura de recarga.

Objetivo: cobertura total en los principales corredores
Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el objetivo principal del plan es garantizar que ningún conductor de VE esté a más de 60 kilómetros de un cargador rápido en las autovías clave del país. Las primeras zonas beneficiadas serán corredores muy transitados como la A-2 (Madrid-Barcelona), la A-7 (Autovía del Mediterráneo) y la A-4 (Madrid-Andalucía), donde ya se han identificado más de 400 ubicaciones estratégicas para comenzar la instalación durante el segundo semestre de 2025.
Los nuevos cargadores serán de alta potencia, con capacidades de 150 kW a 350 kW, permitiendo recargar el 80% de la batería de un vehículo en menos de 20 minutos. Se instalarán en áreas de servicio, estaciones de peaje y estaciones de servicio existentes, lo que facilitará su integración y visibilidad para los usuarios.
Una inversión pública y privada
El proyecto contará con una inversión conjunta de más de 300 millones de euros, en parte financiados con fondos europeos Next Generation EU, canalizados a través del programa MOVES III. El resto del capital será aportado por empresas del sector energético como Iberdrola, Endesa X, Repsol y Cepsa, que ya han confirmado su participación en la ampliación de la red de puntos de recarga.

Además, se contempla la creación de una aplicación móvil unificada que permitirá a los usuarios localizar, reservar y pagar en tiempo real desde su smartphone, sin necesidad de múltiples tarjetas o aplicaciones específicas de cada operador.
Beneficios para el usuario y para el medio ambiente
Con esta medida, España da un paso firme para alcanzar su meta de 5 millones de vehículos eléctricos en circulación para 2030. La mejora en la red de recarga rápida no solo reducirá la “ansiedad de autonomía” de los conductores, sino que también impulsará el turismo sostenible y fomentará el uso del coche eléctrico en desplazamientos de larga distancia.
También se espera una reducción significativa de emisiones de CO₂ derivadas del transporte por carretera, uno de los sectores más contaminantes del país. Este avance contribuye directamente a los compromisos climáticos adquiridos por España en el marco del Pacto Verde Europeo.
Una infraestructura clave para el futuro
En palabras de la ministra Teresa Ribera:
“Este despliegue no es solo una inversión en tecnología, sino en calidad de vida, salud y competitividad. El vehículo eléctrico no será una alternativa, será la norma.”