Renault ha dado un paso decisivo en su estrategia de electrificación en Europa con la reapertura de su histórica planta de Valladolid, que ahora se moderniza para la producción de una nueva línea de SUV híbridos. Esta decisión refuerza el compromiso del fabricante francés con España como uno de sus centros de producción clave en Europa, especialmente en un contexto de transición hacia una movilidad más sostenible.

Una inversión estratégica para la movilidad del futuro
La factoría de Valladolid, que cuenta con más de 60 años de historia, ha sido equipada con una línea de montaje de última generación, adaptada a los estándares de producción híbrida y electrificada. Renault ha invertido más de 650 millones de euros en la modernización de las instalaciones, lo que incluye la automatización de procesos, la incorporación de inteligencia artificial para la optimización logística y tecnologías de control de emisiones.
El modelo estrella que saldrá de esta fábrica será el nuevo Renault Captur Híbrido 2025, un SUV compacto que combina eficiencia energética, diseño moderno y tecnología inteligente. Además, se prevé que en los próximos dos años se sumen otros modelos híbridos y enchufables, tanto de la marca Renault como de su alianza con Nissan y Mitsubishi.
Creación de empleo y reactivación económica
Con la reapertura, Renault ha reactivado más de 2.000 puestos de trabajo directos y generado otros 4.000 empleos indirectos en la región de Castilla y León, lo que representa un gran impulso para la economía local y nacional. El presidente de Renault España, José Vicente de los Mozos, ha destacado que esta inversión “reafirma la confianza de la marca en el talento español y en la competitividad del país como polo industrial del motor”.

Asimismo, la fábrica aplicará un modelo de producción sostenible, utilizando energía solar, reciclaje de aguas industriales y materiales sostenibles, con el objetivo de reducir en un 50% su huella de carbono antes de 2030.
Un impulso para la industria automotriz española
La reapertura de la planta de Valladolid se enmarca en un contexto de renovación del sector automotriz español, que se ha visto afectado por la transición energética, los cuellos de botella en la cadena de suministro y la competencia global. España, como segundo mayor productor de automóviles de Europa, busca posicionarse como líder en la fabricación de vehículos sostenibles, y movimientos como el de Renault son fundamentales para ese objetivo.
El Gobierno español ha apoyado este proyecto con incentivos incluidos en el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado, demostrando su interés por mantener la competitividad de España en el sector automotor europeo.